La Perspectiva Ecológica del Aprendiz con Necesidades Educativas Especiales:
En primera instancia
es importante señalar que una Necesidad Educativa Especial (NEE) se refiere a
una reducción de la función o a la ausencia de una parte u órgano particular
del cuerpo, como la perdida de una extremidad; una desventaja es vista como un
inconveniente que resulta de una necesidad educativa especial que limita o
impide el realizar una actividad.
Por tanto, los sujetos con necesidades
educativas especiales son ante todo, seres humanos, que requieren de las
interacciones con su entorno, para obtener los aprendizajes y herramientas que
le permitirán vivir y desenvolverse de manera armónica en la sociedad en el
cual se encuentra inmerso.
Donde,
el ambiente ecológico constituye el contexto en el cual ocurre el día a día de
la vida de las personas; es el entorno donde se participa de manera activa y
protagónica, se ejerce un rol, se establecen interacciones afectivas y de
comunicación con los otros, y se ejecutan actividades que permiten el
intercambio de oportunidades y experiencias necesarias para avanzar en el
desarrollo evolutivo.
Por consiguiente, Bronfenbrenner (1987), propone una perspectiva ecológica del desarrollo de la conducta humana. Esta perspectiva concibe al ambiente ecológico como un conjunto de estructuras seriadas y estructuradas en diferentes niveles, en donde cada uno de esos niveles contiene al otro. Donde el desarrollo humano es la acomodación mutua y progresiva, o adaptación y ajuste entre un ser humano activo en crecimiento y los escenarios siempre cambiantes en los que funcionan, así como las relaciones entre esos escenarios y los contextos ecológicos más amplios como lo son los entornos donde se desarrolla el individuo en los que se insertan.
A la
luz de esta teoría, dicho ambiente está conformado por un conjunto de
estructuras concéntricas en la que una está contenida dentro de la otra y a las
que Bronfenbrenner denomina:
*Microsistema: constituye el nivel más inmediato en el que se desarrolla el individuo (usualmente la familia).
*Mesosistema: comprende las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente.
*Exosistema: hace referencia a uno más entornos que no incluyen a la persona en desarrollo como participante activo, pero en los cuales se producen hechos que afectan a la persona en desarrollo o que se ven afectados por lo que ocurre en ese entorno.
*Microsistema: constituye el nivel más inmediato en el que se desarrolla el individuo (usualmente la familia).
*Mesosistema: comprende las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente.
*Exosistema: hace referencia a uno más entornos que no incluyen a la persona en desarrollo como participante activo, pero en los cuales se producen hechos que afectan a la persona en desarrollo o que se ven afectados por lo que ocurre en ese entorno.
*Macrosistema: lo configuran la cultura y la subcultura en la que se desenvuelve la persona y todos los individuos de su sociedad.
Además, Bronfenbrenner (1987) argumenta que la capacidad de formación de un sistema depende de la existencia de las interconexiones sociales entre ese sistema y otros. Todos los niveles del modelo ecológico propuesto dependen unos de otros y, por lo tanto, se requiere de una participación conjunta de los diferentes contextos y de una comunicación entre ellos.
En este sentido, Bronfenbrenner (1979)
sostiene que la perspectiva ecológica, proporciona un contexto para organizar
enormes cantidades de información sobre la diversidad individual. Este ve al
desarrollo como la adaptación o ajuste continuos entre el individuo y su
entorno, es decir, se basa en la concepción evolutiva del ambiente ecológico de
la persona y su relación con este, así como la creciente capacidad de la persona
para, sostener o alterar sus propiedades (p. 9).
Del mismo modo, Bronfenbrenner (1976),
indica que la perspectiva ecológica del desarrollo humano tiene profundas implicaciones
para la conducción de la educación especial, desde esta perspectiva se percibe
como el proceso mediante el cual la persona en crecimiento adquiere una
concepción más amplia, diferenciada y válida del entorno. Conforme los
individuos se desarrollan se vuelven cada vez más motivados y más capaces de
participar en actividades para cambiar su entorno. Entonces la meta de la
educación especial no debe ser controlar a los individuos sino ayudarles a
desarrollar capacidades de manejo personal, social y toma de decisiones.
Desde esta perspectiva, las relaciones
entre escenarios representan la interacción entre los subsistemas donde
funciona un individuo. En educación especial, estas interacciones por lo
general implican las transiciones:
a)
de los programas de intervención temprana a los de edad escolar
b)
entre escenarios educativos, por lo general del escenario más restrictivo al
menos restrictivo, como de la clase especial al salón de recursos y a la clase
regular, y
c)
de la escuela al trabajo, capacitación vocacional o educación superior y
ajustes para que el individuo pueda vivir en forma independiente o con apoyos.
Por tanto, es importante que se
centren los esfuerzos en aumentar las interacciones entre cada uno de los
ambientes en los que el niño(a) con Necesidades Educativas Especiales actúa y el entorno al que está haciendo la transición.
Esta perspectiva ecológica concibe que
el individuo se desarrolla en una relación dinámica y como parte inseparable de
los escenarios en los que funciona durante toda la vida. Es decir es la
adaptación o ajuste continuos entre el individuo y su entorno. Es una
adaptación mutua y progresiva que ocurre de toda la vida entre los individuos
en crecimiento y su entorno cambiante. Es decir, Se basa en las condiciones
evolutivas del ambiente ecológico de la persona y su relación con éste, así
como en la creciente capacidades de la persona para descubrir, sostener o
alterar sus propiedades (Bronfenbrenner, 1979).
Bronfenbrenner (1976), habla de que
los contextos ecológicos, donde se desarrolla un individuo esta anidado, uno
dentro del otro. Afirma que "la naturaleza anidada del contexto es
decisiva en el desarrollo del individuo conforme a los eventos ocurrentes en su
interior". Es decir, sugiere que la capacidad de aprendizaje del niño
depende o tiene que ver con la naturaleza de la relación y empeño que tenga la
familia para su hijo con discapacidad y la escuela, así como los métodos usados
en este aprendizaje.
Es importante recalcar que el entorno
rara vez se adapta, y nunca lo hace por completo, a las necesidades especificas
de un individuo con una diversidad funcional. Por consiguiente, el propósito último
de cualquier programa de educación especial es asistir a ese individuo para que
se adapte lo mejor posible a su entorno.
La
perspectiva ecológica brinda grandes aportes a la educación especial debido a
que:
- Bajo este enfoque, los niños y las niñas en desarrollo, constituyen un sistema abierto que está constantemente expuesto a las influencias de las situaciones que ocurran en su realidad social, no sólo en su entorno inmediato (núcleo familiar), sino también las que ocurren en otros contextos que puedan o no estar en relación directa con ellos(as).
- Presenta la necesidad de la integración de la familia, comunidad y escuela en una gran comunidad que tiene como eje primordial en contribuir de manera eficiente con los procesos de enseñanza y aprendizaje de los niños y niñas con NEE.
- Deriva una práctica educativa que considere las múltiples variables o entornos -y sus interacciones- que influyen para que el desarrollo se produzca de una forma integral y armónica: la familia, la escuela, los centros de cuidado, las leyes de protección infantil, las condiciones sociales y económicas. Influencias que aún cuando sean indirectas afectan y determinan el desarrollo de las potencialidades de los niños y niñas con NEE.
- La práctica educativa debe estar abierta a la familia y la comunidad de manera que se produzcan interacciones positivas que favorezcan el desarrollo y el aprendizaje del niño y la niña con NEE.
En este sentido, los docentes debemos enfatizar el amor, la sensibilidad, la ayuda y la cooperación ante las necesidades que presentan estos y niñas con NEE. Siendo así mediadores activos de sus procesos de enseñanza y aprendizaje, integrando la triada fundamental del entorno más inmediato al alumno, como lo son la familia, la escuela y la comunidad.